jueves, 11 de junio de 2009

EL NARRADOR EN LA OBRA LITERARIA

EL NARRADOR

El narrador es, dentro de cualquier historia, (obra literaria, película, obra de teatro, evento narrado, etc.), la entidad que relata la historia a la audiencia. El narrador es una de las tres entidades responsables del relato de historias de cualquier tipo. Las otras dos son el autor y la audiencia, ésta última referida como "el lector" cuando se habla de un texto escrito. El narrador es una entidad dentro de la historia, diferente del autor (persona física) que la crea.
Funciones del discurso del narrador

Narrativa: La principal, ya que el narrador se define por su actividad de contar una historia, dice como suceden los hechos en la narración.
De Control: Señala la capacidad del narrador para incidir en su propio discurso desde un plano metanarrativo.
Comunicativa: Incluye las funciones que se refieren directamente al destinatario, apelativa y fática, e implica que el narrador se comporta como un hablante que se dirige a un interlocutor tratando de influir en él.
Testimonial: A través de ella el narrador se refiere a sus fuentes de información, la mayor o menor nitidez de los recuerdos, etc.
Emotiva (englobable en la anterior).
Ideológica (aunque no es exclusiva del narrador la expresión o valoración ideológica: El personaje también asume con relativa frecuencia este cometido).

Distintas formas de contar
Quien cumple la función de contar la historia que se nos presenta en la obra narrativa es el narrador.
Existen varios tipos de narradores, y distintas maneras de llevar a cabo el proceso mágico de contar, de envolver al destinatario en el mundo narrado.
Tercera persona
En primer lugar está el narrador en tercera persona. Se trata de una voz que relata la historia desde su propio punto de vista, pero sin participar en ella. No es exactamente un personaje, sin embargo, tampoco hay que confundirlo con el autor de la obra. El narrador es siempre un ser ficticio, quien no interviene en el mundo narrado, sino solamente lo cuenta.
Cuando el narrador está en tercera persona, puede tener distintos grados de conocimiento de la historia que está narrando.
De acuerdo a ello, puede recibir los siguientes nombres:

· Narrador omnisciente: conoce toda la historia y nos cuenta lo que ocurre en el exterior de los personajes, es decir, cómo se mueven, lo que dicen, etcétera. También puede contarnos lo que ocurre en el interior de los personajes, sus pensamientos, sus deseos. Incluso, a veces conoce el futuro, es decir, sabe de antemano el final del relato y lo que los personajes harán.
Por ejemplo, cuando el narrador cuenta: "El hombrecito vestido de gris hacía cada día las mismas cosas. Se levantaba al son del despertador. Al son de la radio, hacía un poco de gimnasia. Tomaba una ducha que siempre estaba bastante fría...". En este fragmento, vemos que hay un narrador en tercera persona, que está narrando desde afuera lo que ve, una especie de "voz", y que además, lo sabe todo, ya que conoce hasta lo que hace el personajes en la mañana cuando se levanta y sabe cómo encuentra la ducha.

· Narrador de conocimiento relativo: cuenta solo lo que ve desde su propia perspectiva, lo que cualquier otra persona vería si mirara desde fuera, como si contara una película que estuviera viendo. En ella se sabe el exterior de los personajes, pero no su interior, es decir, no conoce sus pensamientos pensamientos ni sus deseos. Tampoco tiene idea sobre lo que pasará más adelante.

En primera persona
En este caso se trata de un personaje que asume el rol de narrador.Conoce la historia que cuenta porque participa en ella, y vive las mismas cosas que los demás personajes.
Hay dos tipos de narradores en primera persona. Ellos son:

· Narrador protagonista: es el personaje central, quien nos relata su propia historia, lo que le ocurre, lo que hace y lo que siente. Como ejemplo leamos este fragmento: "Pasan los años. Me miro al espejo y me veo, definitivamente marcadas bajo los ojos, esas pequeñas arrugas que antes solo salían al reír". En este trozo, la protagonista de la historia nos cuenta su vida, comenzando por su descripción física.
· Narrador testigo: también es un personaje que asume la función de narrar. Pero no es el protagonista de la historia, sino un personaje secundario, que solo cuenta la historia en la que participa o interviene desde su punto de vista. Ejemplo de esto es este fragmento, en el cual el ayudante de Sherlock Holmes, el Señor Watson, comienza a contarnos una historia en la que él participará solo como personaje secundario: "Cierta mañana, dos días después de Pascua, pasé a ver a mi amigo Sherlock Holmes, con el propósito de desearle felicidades. Lo hallé recostado en el sofá, con una bata color púrpura...".
ESTILOS NARRATIVOS

Para explicarnos lo que opinan, dicen o sienten los demás personajes de la historia, el narrador puede utilizar dos estilos: el estilo directo y el estilo indirecto.
En estilo directo, el narrador deja que los personajes hablen por sí mismos. Esto es lo que ocurre en el siguiente trozo:
"Un día, Viernes mostró a Robinson una mota blanca que palpitaba en la hierba, y le dijo:
-Margarita
- Sí -contestó Robinson-, es una margarita."
En cambio, cuando es el narrador quien se encarga de contar lo que dicen los personajes, estamos en presencia del estilo indirecto.
Así ocurre en este ejemplo: "El juez, que no les había dado hasta el momento oportunidad de justificarse, preguntó ahora cómo pudieron saber tanto acerca del camello, no habiéndolo siquiera visto."


FICCION NARRATIVA


LOS ACTOS DE FICCIÓN NARRATIVA COMO “ACTOS DE HABLA”

G. Genette define el estatuto de los enunciados de ficción narrativa como actos de habla a partir de la vía abierta por Austin y Searle. Para Genette, estos actos de habla tienen una naturaleza ilocutiva en tanto que instauran el universo que pretenden describir, aunque para Searle se trata de “aserciones fingidas”, que se presentan como aserción espero que no cumplan con las condiciones pragmáticas de validez. La crítica de Genette a Searle consiste en preguntarse qué clase de actos de habla son los actos de ficción narrativa entonces, si no son aserciones verdaderas.

La tesis inicial de Genette es que “los enunciados de ficción son aserciones fingidas –como mantiene Searle–, pero ello no excluye que sean, al mismo tiempo, otra cosa”. Los enunciados de ficción pueden transmitir mensajes (como una fábula puede transmitir una moraleja, por ejemplo) y, además, el novelista crea personajes de ficción cuando finge referirse a determinadas personas en su relato (es decir, que, cuando finge hacer aserciones sobre seres ficcionales el novelista crea una obra de ficción). La conclusión inmediata de Genette es que, al producir aserciones fingidas (o fingir hacer aserciones) el novelista ejecuta realmente el acto de producir una ficción. La cuestión, entonces, sería dilucidar si la realización de esos dos actos (producir una ficción fingiendo realizar aserciones) es un acto de habla de naturaleza ilocutiva o no lo es. Dicho de otro modo: saber si los enunciados de ficción son enunciados no literales “figurados” (como cuando se le dice a alguien “Es usted un león” para significar metafóricamente “Es usted un héroe” o irónicamente “Es usted un cobarde”) o “indirectos” (como cuando preguntamos a alguien si puede pasarnos la sal para significar realmente el deseo de que nos la pase). Pero esta cuestión es secundaria para Genette, para quien en los enunciados de ficción hay implícita (en la gran mayoría de los casos) o explícitamente (en la minoría) un invitación –en términos claramente ilocutivos: sugerencia, petición, propuesta– al lector para que éste entre en el universo ficcional.

Los enunciados de ficción tendrían, como actos de habla ilocutivos, una naturaleza “directiva”. Así, la aserción “Erase una vez una niña cuya abuelita vivía en el bosque...” significa en realidad algo así como “Tened a bien imaginar conmigo una niña cuya abuela vivía en el bosque...” Dicha llamada a la cooperación del lector suele ser silenciosa ya que se da por sentada desde un principio, de modo que el novelista procede de modo más directo y expeditivo, casi como por decreto. Los actos de ficción, entonces, no serían tanto una petición como una declaración (un acto de habla en el que el emisor, en virtud del poder que se le ha otorgado, ejerce una acción sobre la realidad, como en el caso, por ejemplo, de una autoridad que dice “Se declara abierta la sesión”, “Queda usted despedido”, etc.). Igual que, cuando el profesor de
Matemáticas dice en clase “Sea el triángulo ABC...”, el novelista enuncia “[Sea] una niña cuya abuela vivía en el bosque...”. Ejerciendo un poder que supone –a mitad de camino entre el demiurgo y el onomaturgo– el consentimiento o acuerdo de un público que renuncia voluntariamente a ejercer su derecho de impugnación: “Yo, autor, por la presente, adaptando las palabras al mundo y el mundo a las palabras, y sin cumplir ninguna condición de sinceridad (=sin creerlo ni pediros que lo creáis) decido ficcionalmente que sea una niña cuya abuela vivía en el bosque...”. Frente a otros actos de hablailocutivo– declarativos, la peculiaridad de éste estriba en el carácter imaginario del acontecimiento declarado (la niña cuya abuela vivía en el bosque...) cuya existencia el autor no tiene el poder de provocar. Su poder es, en último término, el de provocar en la mente del receptor, aunque sea de modo momentáneo, su consideración... Y eso ya es un acontecimiento real, lo que demuestra el estatuto de estos actos de habla que llamamos enunciados de ficción como actos ilocutivos de naturaleza declarativa y con función instauradora.

GENETTE, Gérard (1993): “Los actos de ficción”, en Ficción y dicción; Lumen, Barcelona.

La teoría de los actos de habla (speech acts) de J. L. Austin fue desarrollada en su libro Palabras y acciones, en el que se distinguen tres clases principales de actos que realiza una persona en cuanto hablante: (a) Actos locutivos. Dicho de manera más trivial, decir algo
es hacer algo, en particular, decir lo que uno dice. Esto es, un hablante produce sonidos (un escritor escribe signos gráficos) que están bien ordenados de acuerdo con el sistema fonológico y la gramática de una lengua particular, y que, además, son portadores de algún sentido en relación con las reglas semánticas y pragmáticas de esa lengua. (b) Actos ilocutivos. Además de lo anterior, al decir lo que dice, un hablante está realizando un segundo tipo de acto, en virtud de numerosas convenciones que determinan el uso de la lengua en su comunidad lingüística. Por ejemplo, al escribir lo que acabo de escribir, he realizado el acto de afirmar (realizar una aserción.). Podría haber realizado, en cambio, el acto de hacer una concesión, formular una pregunta, dar una orden, etc. Todos estos actos son actos ¡locutivos, y para realizar cualquiera de ellos, debo hacer algo más que hablar (o escribir) en una lengua dada. Debo hablar en un
marco de convenciones y circunstancias, y hacerlo en los modos prescritos. Puedo realizar con éxito el acto locutivo de escribir una oración imperativa en inglés, pero fracasar al realizar el acto ilocutivo de dar una orden, si, por ejemplo, mi oración es: «Abraham Lincoln, repeal the Emancipation Proclamation» (Abraham Lincoln, anula la Declaración de Independencia.) (c) Actos perlocutivos. Por último, por decir lo que digo, realizo normalmente un tercer tipo de acto. Puedo intimidar, informar, confundir, entristecer a mi interlocutor, etc. Puedo lograr una de estas cosas o todas ellas, pero no tengo garantía de ello. Los actos perlocutivos incluyen las
Consecuencias de mi acto de hablar y solamente tengo un control limitado sobre tales consecuencias. Si escribiera ahora (sin «comillas»): «Prometo ofrecer una nueva y válida teoría de la literatura al final de estas páginas», habría realizado con ello el acto ilocutivo de prometer, pero es muy posible que no hubiera realizado el acto perlocutivo de aumentar las esperanzas de ustedes. En resumen, y de forma esquemática, considerando el enunciado «Alto, o disparo», el acto locutivo consiste en decir «Alto, o disparo», el acto ilocutivo en ordenar, amenazar..., y el acto perlocutivo en asustar al receptor. Para un resumen de la teoría de Austin vid. DOMÍNGUEZ CAPARRÓS, José; “Literatura y actos de lenguaje” y OHMANN, Richard; “Los actos de habla y la definición de literatura”.





LA PROSA

PROSA

La prosa es una forma que toma naturalmente el lenguaje para expresar los conceptos, y no está sujeta, como el verso, a medida y cadencia determinadas. Es la forma más natural de escribir. Se puede contar un hecho de varias maneras diferentes. Cuando se escribe en prosa se ocupa toda la línea.
Forma ordinaria del lenguaje hablado o escrito que no está sujeta de las reglas de ritmo y de cadencia propias de la poesía.Son textos liricos, que en ellos predominan la función expresiva del lenguaje.
Cadencia: Distribución proporcionado de los acentos, cortes o pausas en la prosa o verso.
Lirico: Obras dramáticas que son cantadas o tienen acompañamiento musicalRitmo: Repetición a intervalos regulares de los tiempos fuertes y de los tiempos débiles de un verso, una frase musical.
Forma ordinaria del lenguaje, no sometida a las leyes externas de la versificación ni del ritmo.
Prosa rítmica: Parte final de un período lingüístico, en la cual los escritores griegos y latinos intensifican los efectos rítmicos, con una especial disposición de cantidades, tonos o acentos. Aplicados a la prosa dichos efectos, surgió la prosa rítmica, cuyo primer teórico es el sofista Trasímaco (siglo V antes de J. C.).
Prosa rimada: Prosa en la cual, a intervalos rítmicos, aparecen rimas. Se trata, pues, de versos dispuestos en la escritura bajo la forma de prosa.

EL VERSO

EL VERSO

Un verso (del latín versus, que significa "par de surcos", [es el movimiento de ida y vuelta ejecutado por el labrador al arar la tierra]). Corresponde a cada una de las líneas que componen el poema, ejemplo: "Por el valle claro...". El verso es la primera unidad ordenada, esto es, ajustada a un número determinado de silabas y a un ritmo (medida y cadencia) Conviene distinguir claramente entre verso, que es una forma literaria, y poesía lírica, que es un género literario. Si tenemos clara esta definición, entenderemos por qué puede haber y hay, por ejemplo, obras narrativas, dramáticas y didácticas escritas en verso e, inversamente, que existan poemas escritos en prosa en vez de en verso. Ejemplo: el verso es un conjunto de terminaciones.
El verso suele darse dentro de una estructura literaria fija que se compone de una métrica definida, un ritmo conseguido por la ubicación de las sílabas tónicas y átonas y una rima recurrente; a estas secuencias fijas se les llama estrofas. La disciplina que estudia las clases de versos y estrofas se denomina métrica.
Existe una gran variedad de estructuras en el verso, comenzando por una división inicial entre verso rimado o con rima y el verso suelto o verso blanco sin rima, pero con un número fijo de sílabas y con unos acentos concretos. Por otra parte, el verso libre es un verso sin rima ni cantidad preestablecida de sílabas.
La creación del verso se remonta hacia las composiciones griegas clásicas, en la que el verso no era rimado, sino que consistía en la repetición de determinada secuencia de sílabas largas y breves y el compás acentual o ictus.
El verso rimado tiene un origen probable en la región de la península itálica en el Medioevo, donde nacen composiciones versificadas que persisten hasta hoy en día como en soneto, la canción o el madrigal. Del latín vulgar, su paso al español es sencillo y se encuentran composiciones versificadas en rima y con metro desde casi el principio del idioma español, en el siglo X, las denominadas jarchas.
El verso es la forma natural en que nació la literatura en lenguas vernáculas o lenguas romances; siempre ha precedido el verso a la prosa.
Aunque en sus orígenes los tres géneros literarios, utilizaban el verso, Con el tiempo la narración y el teatro acabaron componiéndose en prosa. El verso se mantuvo como medio de expresión de la poesía lírica.
El verso es:

· una forma de expresión artificiosa propia de la literatura, que se diferencia de la prosa en la manera de tratar el contenido, en el lenguaje y sobre todo en el ritmo.
· se basa en una disposición particular de los elementos léxicos y sonoros del discurso con la intención de crear unos efectos rítmicos que recuerdan en carácter musical que en sus orígenes tuvo la poesía lírica.

objetivo:

· diferenciar entre verso y prosa
· señalar el tema de un poema
· comprender mensajes escritos en verso
· reconocer el ritmo en la poesía
· identificar los tipos de estrofas
· analizar los elementos de un poema
· diferencia entre verso y prosa
· reconocer las figuras literarias de un poema